Magdalena Valdés, estudiante de 5º año: “La experiencia con la clínica jurídica fue muy enriquecedora”

La estudiante de derecho, relata su paso por la Clínica de Justicia Criminal.

Magdalena Valdés está cursando el último semestre de la carrera de Derecho, en la Universidad Diego Portales y durante el último año, integró la clínica jurídica de justicia criminal, a cargo del profesor Cristián De Feudis.

Dentro de las labores que debió ejecutar en ese período, explica: “Durante el primer semestre participé en las distintas causas guiada por mis compañeros que ya estaban en su segundo semestre, así que me dediqué a aprender a realizar bien los distintos escritos, a subirlos a la oficina judicial virtual o a la plataforma de la fiscalía, a llamar a las distintas instituciones para saber sobre el avance de nuestras causas, a realizar minutas para las distintas audiencias, en general aprendí cómo funcionaba realmente el proceso penal en la práctica. Luego, durante el segundo semestre me quedé a cargo de algunas de las causas que tramitamos, así que debía hablar directamente con los patrocinados y explicarles sobre los avances en sus causas, además de preocuparme sobre lo que debíamos realizar semana a semana en cada causa”.

“El rol más relevante que tuve, a mi parecer, fue asistir a un juicio oral, en que tuvimos que preparar todo en conjunto con mis demás compañeros y profesores, desde la teoría del caso, alegatos de apertura y clausura, hasta detalles como las distintas contradicciones de los testigos de la contraparte. Fueron dos días de mucho aprendizaje, porque debíamos estar atentas, junto a la otra encargada de esa causa, a cada detalle del juicio que ayudara a nuestra teoría del caso, así como a alguna posible debilidad de nuestra parte. Así, lo que nos permitió llegar a un buen resultado en este juicio fue nuestro trabajo en equipo como integrantes de la clínica de justicia criminal, más que el rol individual que tiene cada uno, porque todos aportamos y nos apoyamos”, detalla.

Para Magdalena, el paso por la clínica jurídica fue enriquecedor, porque tuvo la oportunidad de conocer el funcionamiento del proceso penal desde la perspectiva de los querellantes, como de los defensores. Además, destaca el trabajo colaborativo: “Me permitió trabajar en equipo con mis compañeros, igual que como lo haríamos en un estudio jurídico, así nos distribuíamos las distintas diligencias que debíamos realizar y cada uno aportaba desde su experiencia y conocimientos. Pero una de las cosas más importantes de mi experiencia es saber que realmente estamos ayudando a personas que de otro modo no tendrían acceso a abogados para ayudarlos con sus problemas jurídicos, que en la mayoría de los casos eran súper complejos”, comenta.

La estudiante de Derecho reconoce en las clínicas jurídicas una oportunidad de colaboración y aprendizaje: “Lo que más rescato de mi experiencia es el aprendizaje que obtuve gracias al trabajo colaborativo que llevamos adelante, ya que en primera instancia fueron mis propios compañeros que ya llevaban un semestre quienes nos explicaron cómo se utilizan cosas que ahora me parecen tan simples como la plataforma en línea de la fiscalía o la oficina judicial virtual, así como yo y mis compañeras hicimos con quienes ingresaron este semestre. Entonces gracias a todo lo anterior aprendí cómo tramitar causas en materia penal, ya que ese tipo de cosas no se enseñan en ramos teóricos como procesal penal. Además, gracias a las reuniones semanales con todos mis compañeros y los profesores aprendí cómo se toman las decisiones estratégicas en cada causa, a cómo evaluar a partir de los intereses de nuestros patrocinados el paso a seguir”, relata.

Agrega que “todas las causas en que participé me parecieron interesantes porque me permitieron poner en práctica los conocimientos adquiridos en clases e ir más allá aprendiendo nuevas cosas, ya sea que se tratasen sobre lesiones de distinto tipo, apremios ilegítimos, estafas, delitos sexuales, amenazas, etc. Además, participé en causas que estaban en las distintas etapas de tramitación, por ejemplo una en que participamos en un juicio oral, otras que recién estaban comenzando, dónde realizamos las querellas y la mayoría que aún se encontraba en plena etapa de investigación, algunas en que preparamos audiencias de formalización, etc.”

Ante la cercanía del egreso y los desafíos profesionales futuros, la estudiante de 5º año revela: “Definitivamente me gustaría dedicarme a la litigación en el área penal”, concluye.

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